Artrosis en Gatos

¿Sabías qué? 90% de los gatos mayores de 12 años presentaba signos de degeneración articular. (Hardie et al 2002)

La artrosis es una enfermedad articular en la que se desgasta el cartílago que cubre la articulación, lo que resulta en la exposición del hueso y la aparición de malestar o dolor. Existen algunos factores que pueden contribuir al desarrollo de artrosis:

  • Genética: algunas razas están predispuestas a padecer artrosis debido a problemas articulares subyacentes. Por ejemplo, los gatos de raza Maine Coon padecen con mayor frecuencia displasia de cadera, y los Abisinios luxación de rótula. Los Scottish Fold padecen con mayor frecuencia artrosis afectando a múltiples articulaciones, y los Burmeses tienen una incidencia de artrosis en los codos mayor que otras razas.
  • Traumatismo que cause un reequilibrio de cargas en la articulación: Las fracturas, dislocaciones y otros traumatismos pueden causar un apoyo distinto y producir artrosis secundaria en la articulación afectada.
  • Obesidad: la obesidad no es causa directa de artrosis, pero la agrava.
  • La edad: algunos felinos solo por la edad la padecen.

Los síntomas de dolor que un propietario puede detectar son:

  • Movilidad reducida
    • Dificultad para subir o bajar de los muebles.
    • Dormir en lugares nuevos, de más fácil acceso.
    • Dificultad para usar la puerta gatera.
    • Cojeras y/o andar envarado o estirado—normalmente no se detecta, debido a que suele haber varias articulaciones afectadas y la cojera se disimula.
    • Problemas con la bandeja de arena: “accidentes” fuera de ella, dificultad para entrar en bandejas muy altas, no “acertar” al usarla. 
  • Cambios en el acicalamiento
    • Pelaje con nudos y mal aspecto.
    • Exceso de acicalamiento sobre articulaciones dolorosas.
  • Cambios de carácter
    • Reducción en la interacción con el propietario, por ejemplo, falta de respuesta al ser acariciado.
    • Falta de tolerancia a ser manejado, a jugar con niños, a interactuar con otras mascotas.
  • Cambios en el grado de actividad
    • Jugar y salir al exterior con menor frecuencia.
    • No cazar ni explorar el entorno con la frecuencia habitual.
    • Uñas excesivamente largas debido a falta de actividad.

Ante padecer alguno de estos signos, siempre es importante llevar a tu felino a una evaluación de control, más aún si cumple con la edad y los criterios descritos. El manejo del gato con enfermedades osteoarticulares puede hacerse en base al manejo nutricional, nutracéutico, tratamiento médico o terapias alternativas.

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