Las garrapatas son parásitos externos que ingieren sangre de mamíferos, aves y reptiles, existen aproximadamente 850 especies de garrapatas en todo el mundo y aquí te dejamos algunas curiosidades de estos parasitos.
1. Tres etapas de vida: la garrapata pasa por tres etapas de desarrollo durante su ciclo de vida: larva, ninfa y adulto. Cada una de estas etapas requiere una alimentación de sangre para poder crecer y mudar a la siguiente etapa.
2. Persistencia extrema: las garrapatas son conocidas por su capacidad para sobrevivir largos períodos sin alimentarse. Algunas especies de garrapatas pueden vivir hasta un año sin ingerir sangre, lo que les permite esperar en la vegetación hasta que un huésped adecuado pase cerca.
3. Transmisión de enfermedades: las garrapatas son vectores de diversas enfermedades, como la enfermedad de Lyme, la fiebre manchada de las Montañas Rocosas y la encefalitis transmitida por garrapatas. Durante su alimentación, las garrapatas pueden transmitir patógenos a sus huéspedes, lo que las convierte en un riesgo para la salud tanto de humanos como de animales.
4. Preferencias de hábitat: las garrapatas tienen preferencias específicas en cuanto a su hábitat, ya que suelen habitar en áreas con vegetación densa y alta humedad. Les gusta esconderse en hojarasca, pastizales y matorrales, donde pueden esperar a que pase un huésped adecuado.
5. Ciclo de vida prolongado: dependiendo de la especie, el ciclo de vida de una garrapata puede durar desde unas pocas semanas hasta varios años. Durante este tiempo, pasan la mayor parte de su vida en el medio ambiente, esperando la oportunidad de alimentarse.
6. Atracción por el dióxido de carbono: las garrapatas detectan a sus posibles huéspedes principalmente mediante el dióxido de carbono que exhalan. Esto las hace especialmente atraídas por mamíferos, incluidos humanos, y aves, lo que facilita su búsqueda de un huésped para alimentarse.
7. Adaptaciones para la supervivencia: las garrapatas han desarrollado adaptaciones únicas para sobrevivir, como la capacidad de detectar cambios en el ambiente que les indiquen la presencia de un huésped cercano, y la capacidad de adherirse firmemente a la piel de su huésped mientras se alimentan.